Si hay un equipo en Primera experto en rentabilizar a delanteros curtidos y experimentados, ese es el Getafe. Lo ha demostrado con Ángel y Jorge Molina, pero también con Jaime Mata, quien en su primera temporada en Primera, con 30 años, no defraudó.
Enric Gallego podría seguir el mismo camino que el delantero madrileño, pero multiplicando su valor por el camino hasta límites insospechados hace un año.
Porque lo de Enric es digno de estudio. La temporada 2017-18, a punto de cumplir 31 años, la comenzó en el Cornellà, se marchó en enero por 200.000 euros al Extremadura, logró el ascenso a Segunda, firmó una primera vuelta de la 2018-19 para enmarcar y el Huesca pagó los dos millones de cláusula que le puso el club de Almendralejo.
Y en solo seis meses en Huesca demostró que, pese a haber pasado de la Segunda B a Primera en cosa de un año. Si el Getafe pagase su cláusula, habría multiplicado por 30 su valor en año y medio.
Son varios los clubes que le pretenden para apuntalar su delantera, pero todo parece indicar que será el Getafe, el más solvente de todos los rumoreados, el que finalmente se lleve el gato al agua. Y eso que tiene ya 32 años, que serán 33 en septiembre.