El Slovan Bratislava saltó al terreno de juego guiado en volandas gracias al empuje de sus aficionados, que no pararon de alentar a los suyos en ningún momento. Jugando como local, el cuadro eslovaco entendió que el encuentro de este jueves era la oportunidad de morder al rival más fuerte del grupo K.
Los defensores de los Wolves entraron en psicosis cada vez que Dávid Holman merodeó por el área visitante. Después de una buena acción del húngaro, Sporar logró burlar a Boly e inaugurar el electrónico.
A pesar de la mínima renta, los de Martin Sevela se relajaron tras una primera mitad en la que concedieron muy pocas opciones a sus rivales, y los futbolistas del combinado inglés aprovecharon el momento para buscarles las cosquillas.
La alarma sonó a tiempo.Tras la reanudación, Roman Saïss se lucró de la parsimonia de la zaga del Slovan Bratislava y estableció el empate. Los de Nuno Espirito Santo indagaron en las costuras de los locales para anotar el segundo gol, y lo consiguieron de la manera menos esperada.
Desde los once metros, Raúl Jiménez puso el definitivo 1-2 en el marcador después de una innecesaria infracción en el área del equipo del Tehelné Pole.
Los Wolves terminaron el partido con uno menos, pero lograron aguantar el resultado para escalar hasta la segunda posición del grupo K, escalón que antes ocupaba su rival en el día de hoy.