El Oporto-Atlético de Madrid tuvo una segunda mitad muy caldeada que fue el reflejo de lo que estaba en juego entre los dos equipos, que pretendían conseguir su pase a los octavos de final de la Champions League.
Diez minutos después del gol de Griezmann, que colocó a los 'colchoneros' de forma momentánea en la siguiente ronda, comenzó el lío. Yannick Carrasco fue expulsado tras una dura entrada sobre Otávio.
El jugador rojiblanco agarró descaradamente a su adversario y reaccionó de forma desproporcionada tras su gesto. Tuvo que marcharse antes de tiempo a los vestuarios, pero no fue el único del partido.
Tan solo cuatro minutos después, en el 71', Wendell también vio la cartulina roja tras poner el brazo en el cuello de Matheus Cunha. Esta expulsión elevó aún más la temperatura y formó una nueva tangana entre portugueses y españoles.
Para colmo, Marchesín fue el tercer amonestado con la expulsión directa pese a no estar jugando. El guardameta del Oporto habló de más en el banquillo durante los momentos de tensión y por ello fue también mandado a las duchas.