Colonia ya aguarda a Sevilla... e Inter de Milán. El equipo de Antonio Conte estará en la final de la UEFA Europa League después de deshacerse del Shakhtar Donetsk, al que dejó en la lona en un partido de físico, táctica y psicología. Y si tienes arriba a Lautaro Martínez y Romelu Lukaku, mejor que mejor.
Un doblete del delantero argentino lanzó definitivamente a los italianos. Lautaro abrió el marcador, D'Ambrosio lo perfiló y el primero volvió a golpear para poner los dos pies en Colonia. Y de paso, asistió con clase para que Lukaku, que también se ensañó con los ucranianos, no se fuera sin su rato de gloria.
Estaba claro que la balanza lucía desnivelada antes del partido. El Inter venía lanzado, con un aspecto tremendo tras 'cargarse' sin pestañear a Getafe y Bayer Leverkusen, pero el Shakhtar Donetsk pintaba como lo que es: el clásico equipo correoso que te fuerza hasta la prórroga.
Ocurre que delante había un Inter que es un auténtico rodillo. Se quedó fuera de la Champions y en la Europa League se mueve como en el patio de su casa, aunque luego llegará el señor Sevilla, rey de esta competición. No ha perdido una final de las cinco que jugó, veremos qué ocurre en la sexta.
No tardó demasiado en adelantarse el conjunto 'neroazzurro'. Después de un arranque farragoso, Lautaro Martínez dio el primer golpe con un cabezazo en el corazón del área tras un centro medido de Barella, que cuajó un auténtico partidazo. Dicen que lo quiere el Barça y no es de extrañar, tiene más clase que un colegio.
Tras el gol, choque volvió a ponerse tosco, con el Inter replegado y el Shakhtar impreciso. Jugó al balonmano en ocasiones por la frontal 'neroazzurra' y le faltó precisión. Se acercó con algún cabezazo manso de Júnior Moraes, algún tiro lejano de Marcos Antonio, alguna desesperada de Taison. Pero sin más.
La segunda mitad sí que arrancó como quizá no quería Antonio Conte, de ida y vuelta. Pyatov salvó el segundo de milagro en una picadita de Lautaro, que vio al meta adelantado, y Taison se animaba a la contra con un disparo desviado. Lukaku tuvo también el segundo. Khocholava no se atrevió con el duelo físico y le dio espacio, pero el técnico llamó a filas rápidamente y el ritmo se volvió a frenar.
El marcador se hacía corto y el partido estaba en cuestión de un detalle. Júnior Moraes tuvo el empate tras un centro de Matviyenko, pero se topó con la mano de Handanovic y de ahí se pasó al 2-0 en cuestión de dos minutos. Las cosas del fútbol, o si no que se lo digan a Sterling y Guardiola.
El segundo, que ponía un pie en la final para el Inter, llegó en el 64' con un cabezazo de D'Ambrosio a un saque de esquina. Y con la casi sentencia interista se hundió el Shakhtar, que se vistió del Wolfsburg, que en octavos se derrumbaba en un final de partido horroroso. Esta vez, quien lo provocó fue la potencia inhumana de Lautaro Martínez y Lukaku.
Menudos dos bichos. En el 74', el delantero argentino recibió por el carril central y armó el disparo certero desde la media luna. Y cuatro minutos después, Lautaro haría otra vez magia para ceder dentro del área a Lukaku, que prolongaba su tremenda racha goleadora con una definición abajo a la que no llegó Pyatov.
Para coronarlo, Romelu Lukaku hizo el bruto. Mató a Khocholava, que antes no quiso medirse en físico y esta vez descubrió en sus carnes por qué. El belga armó la carrera desde el medio del campo, dejó en el sitio al central y batió otra vez a Pyatov. El quinto, la 'manita', para meter al Inter en la final de la Europa League y meter miedo. Marciniak, por piedad, no añadió ni un minuto.