Spalletti sacó un once atípico, comprensible por otro lado. ¿Quién iba a pensar que al Inter, líder de la Serie A, se le fuera a atragantar el Pordenone?
Aún así, no había malos nombres en esa alineación: Cancelo, Eder, Matías Vecino, Gagliardini... Sin embargo, al Inter se le puso una cara de 'Azzurra' difícil de explicar.
El Pordenone, la revelación de esta Coppa, se plantó en el Giuseppe Meazza sin complejos, sin miedo a nada. Dejó hacer al Inter y se atrincheró, esperando una oportunidad.
Fueron 120 minutos de asedio. Los 90 reglamentarios y la media hora de prórroga. Viéndose incapaz, Spalletti empezó a meter a sus buques insignia.
Primero entró Brozovic, tras el descanso. Perisic lo hizo mediado el segundo tiempo. En el 80', Icardi. Y ni así. Fue el argentino el que tuvo la más clara, pero hasta la madera estaba en su contra. Su disparo lo repelió el poste y en el 104' el Pordenone se salvó.
La gesta de este equipo de Serie C terminó en los penaltis. Una tanda que se alargó hasta el decimocuarto lanzamiento. Perilli, el portero visitante, fue el héroe de la tanda, pero sus compañeros no ayudaron.
Pese a todo, tras 12 penaltis, la tanda iba 3-3. Sin embargo, Parodi falló su lanzamiento, el séptimo del Pordenone. La responsabilidad cayó sobre Nagatomo, y el japonés no falló.
Y así, tras 120 minutos de estamparse contra el muro del Pordenone, el Inter logró derribarlo más por demérito de su rival que por su buen hacer, y estará en cuartos.