Se suele decir que, una vez abandonas un club grande, hace "mucho frío" fuera. Y es que muchos futbolistas se vienen abajo cuando salen del amparo de equipos como Real Madrid o Barcelona.
Pero este no ha sido el caso de Sergi Palencia, que tras salir del filial azulgrana está triunfando a lo grande en su aventura en la Ligue 1.
El que fuera capitán del Barça B vive un momento increíble en las filas del Girondins de Burdeos, con el que ya acumula 23 partidos y casi 2.000 minutos esta temporada.
Y es que el haber dejado atrás el Camp Nou no parece haber afectado a un jugador átipico en referencia al estilo de juego del conjunto azulgrana.
"Me fijaba más en Puyol que en Xavi, o en Mascherano que Iniesta. Es el fútbol que me gusta y con el que me sentía más identificado. He ido aprendiendo del Barça, pero también con mis variantes", confesó en una entrevista con Miguel Quintana.
Esta filosofía le ha ayudado en sus primeros pasos en Francia, siendo clave para su buen rendimiento y desmontando por completo aquellas habladurías que dicen que a un jugador criado en el Barça le cuesta adaptarse a otro estilo.
"A veces se dice que uno del Barça no puede jugar en otro equipo. Te insisten en una idea, te enseñan a cómo moverte con balón y a cómo presionar, pero no sientes esa necesidad de replegarse, de cómo defender replegado", comentó un Palencia que sueña con seguir triunfando lejos del que fue su hogar.