Pablo Marí ha sido el protagonista en las páginas de la revista 'Panenka', en la que José David López ha conocido la historia de un chico que jamás imaginó lo que iba a conseguir.
Tiene 26 años y es ahora cuando vive su mejor momento. Se ha convertido en campeón del Brasileirao y de la Copa Libertadores nada más llegar a Flamengo. Su cara lo dice todo.
"He disfrutado muchísimo todo esto. Y, a la vez, ha sido un descanso porque he podido demostrar que valía, que servía, que soy útil para jugar a un gran nivel. Ganar ha sido un descanso para mí", espetó.
Pero todo esto tuvo un inicio. Cuando todavía era un niño, Pablo Marí soñaba con otras cosas: "Mi meta cuando era pequeño estaba en jugar en Primera con el Valencia. Recuerdo ver en la plaza del pueblo los partidos en pantalla grande de aquel equipo de los Mendieta, Angulo... Aquello era algo inalcanzable. Mis sueños no contemplaban salir vencedor de ningún torneo como la Copa Libertadores".
Tras iniciar su camino en el fútbol en las categorías inferiores del club 'che', el zaguero se marchó al Levante, donde estuvo dos temporadas, y acabó firmando por el Mallorca, club con el que debutó en el año 2011.
"En aquella época eres un niño, crees que lo sabes todo. Y, realmente, lo que eres es un iluso. Tuve opción de quedarme en el primer equipo del Mallorca pero, por situaciones de inmadurez, no lo hice", afirmó el jugador.
Lo bajaron al filial y acabó en el Nàstic, que se convirtió en un trampolín para que el City lo fichase en 2016: "Puede parecer curioso. Lo que me ofrecían era entrar en el City Group que cuenta con 3-4 equipos por Europa, ayudar a sus clubes a mejorar y crecer tú al mismo tiempo en calidad de cedido. Fueron trasparentes. No iba a jugar en el City y no entrené nunca con Guardiola".
Y le llegaron más cesiones: Girona, NAC Breda y Deportivo de la Coruña. En el cuadro gallego, Pablo Marí se quedó a las puertas de Primera y volvió a frustarse: "Todos los años sentía que algo, sin saber muy ben qué, acababa rompiendo aquello que parecía que podía darse. '¿Por qué no me pasa a mí y al resto, sí?' A mí no me llegaba, no me llegaba".
Y de la nada apareció Flamengo. "Me sorprendió la propuesta. Sobre todo porque mi línea era la de un jugador de Segunda. Pensé que era una broma. Lo quise cerrar cuanto antes. Lo concreté en solo dos días", explicó.
En relación a la Libertadores, esto es lo que dijo el valenciano: "Cuando hay semana de Copa, al futbolista le cambia la mentalidad. Se siente diferente. en el momento en que te metes en ella, te das cuenta de por qué es un torneo tan especial. Y más cuando Flamengo llegaba sin estar entre los mejores.
Por último, el de Almusafes reconoció que le gustaría representar a España. "No sé si están mirando en Sudamérica. Ojalá llegue la oportunidad de jugar con la Selección, en mi casa y poder luchar por mi país. Sería el premio absoluto. Espero que con estos títulos, haya mas ojos aqui", concluyó.