El lateral derecho llegó en el verano de 2011 al Atlético de Madrid y, aunque al principio disfrutó de bastantes minutos, acabó siendo relegado al banquillo y a la grada ante la reconversión de Juanfran a lateral.
Tras una campaña y media en la ribera del Manzanares, Sílvio jugó los últimos meses de la 2012-13 como cedido en el Deportivo de la Coruña y, posteriormente, disputó en el Benfica tres largas temporadas también a préstamo.
El Atlético deja ahora que su contrato se extinga y ve cómo un fichaje que en su día costó 8 millones de euros sale por la puerta de atrás.