El equipo madridista entrenado por Álvaro Benito conquistó el título europeo en la final que se disputó en Fuenlabrada, en un encuentro muy igualado frente al combinado portugués.
El partido finalizó con empate a uno tras los tantos de Guti para el Real Madrid y de De Barros para el Benfica, pero los blancos se impusieron en el noveno lanzamiento de la tanda de penaltis para conseguir su segundo Mundial de Clubes consecutivo.