El Lecce se jugaba la vida en la última jornada de la Seria A ante el Parma y el partido no pudo comenzar peor. Lucioni, capitán del cuadro salntino, no pudo evitar marcar en propia puerta.
Los 'lobos' necesitaban los tres puntos para tener opciones de mantenerse pero, en cambio, encajaron el segundo tanto antes de la media hora de juego.
Sin embargo nunca bajaron los brazos y tiraron de casta. En los últimos cinco minutos de la primera mitad el Lecce consiguió la igualada con dos grandes testarazos.
El primero fue de Barak en el minuto 40, mientras que Meccariello igualó la contienda en una de las últimas jugadas de la primera mitad. La esperanza regresó a los corazones del Lecce, aunque las noticias desde Génova no eran alentadoras.