El descenso va a ser una batalla agónica y todo apunta a que no se decidirá completamente hasta las últimas semanas del campeonato. Ha llegado esa fase de la temporada en la que los de abajo no dan una cita por perdida. El Leganés, capaz de lo mejor y de lo peor.
Ganar en La Cerámica no es nada fácil. El Villarreal sabe correr, buscar las bandas y, en definitiva, dominar en tierras castellonenses. Pero aguantó el tipo el Leganés, se mantuvo con vida pese al arreón inicial del 'submarino' y supo golpear en dos momentos clave del partido.
Decepcionó el Villarreal, eso sí, por la falta de acierto en los metros finales cuando la cosa se le puso cuesta arriba. Hasta entonces, la fluidez ofensiva era distinta. De hecho, apenas cinco minutos tardó en marcar Gerard Moreno con un testarazo impecable al centro preciso de Cazorla.
No se amilanó el Leganés y, con la defensa de cinco, dio un paso adelante y se afianzó con un juego directo que Óscar Rodríguez lideró entre tanta falta de gol arriba. Las salidas de En-Nesyri y Braithwaite son losas demasiados pesadas para el conjunto 'pepinero' que el ex del Madrid solucionó este domingo con dos capotazos.
Sergio Asenjo y el palo evitaron el empate de Carrillo a los 20 minutos de encuentro. El Leganés creció a base de echarle cara al partido. La suerte no le acompañaría, no obstante, hasta el segundo tiempo. El Villarreal aguantó el tipo y supo contener las revoluciones en velocidad de las bandas de Aguirre. Rosales y Kevin Rodrigues fueron dos atacantes más.
Cuéllar salvó al filo del descenso una doble oportunidad a Gerard Moreno y Moi Gómez que pudo cambiar el devenir del duelo. Y es que, a los tres minutos de la reanudación, Óscar recibió en la frontal y, sin dejarla caer, conectó una volea estratosférica directa a la escuadra y al ránking de mejores goles de LaLiga.
Fue creciendo a pasos agigantados el Leganés. Los jugadores de Aguirre tuvieron que recibir una de las broncas típicas del mexicano en los vestuarios que sirvió para reactivarles. La cara en el segundo tiempo fue completamente distinta, especialmente en defensa, donde el Leganés estuvo impecable para terminar imponiéndose.
En el 69', Assalé, que acababa de entrar, aprovechó su velocidad para ganar la espalda a la defensa del Villarreal y, tras recorte, fue derribado en el área. Muy inteligente. Merced al aviso del VAR, el colegiado lo decretó y Óscar lo transformó engañando a Asenjo e instaurando el delirio en la afición 'pepinera' desplazada a La Cerámica.
Calleja metió a Ontiveros y Chukwueze. Ganó velocidad, sí, pero le faltó organización en el juego. Mérito para el Leganés, que sufrió, además, las lesiones de Siovas y Rosales en defensa, pero no se descompuso para mantener el valioso 1-2 que le acabaría dando la victoria. Triunfo, y a seguir soñando para los del 'Vasco' Aguirre.