Tras solo dos jornadas, el Leicester vuelve a demostrar que sigue siendo el equipo duro y sólido de la temporada pasada. Los de Brendan Rodgers volvieron a ganar en la segunda jornada, esta vez ante el Burnley, en una buena exhibición de músculo en ataque que pone al equipo líder de la Premier League.
Y es que los 'foxes' no viven solo de Jamie Vardy. El delantero cuajó otro partido de movimientos y apoyos, pero que no marcara o asistiera no significó nada a pesar de que el Burnley se adelantó a los diez minutos de partido por mediación de Chris Wood.
El Leicester tuvo respuesta y supo remontar. Harvey Barnes empató diez minutos después y el equipo de Rodgers se adelantó en el 51' gracias a un gol de Erike Pieters en propia puerta.
Posteriormente, James Justin sumaría su primer gol en la Premier League para hacer el 3-1. Y aunque Dunne volvió a dejar el partido en un puño en el 73', el Leicester sentenciaría con un trallazo imparable de Praet en el borde del área.
De este modo, los 'foxes' se colocan primeros en la tabla gracias a diferencia de goles, ya que al 4-2 ante el Burnley hay que sumarle el 0-3 contra el West Bromwich Albion en la primera jornada.