Se acabó el precioso capítulo ante el Atlético de Madrid. También la tanda de penaltis con final infeliz ante el Valencia. Y el objetivo del ascenso volvió a tomar el protagonismo en el Reino de León. Sin embargo, la vuelta a la realidad no pudo ser más abrupta.
No era un partido fácil, pero sí había bastante ilusión por los tres puntos para comprimir la lucha por la primera plaza. Como ya pasó tras la anterior ronda copera, la resaca dejó una derrota. Esta deja el liderato a siete puntos. Porque era un doble o nada.
El inicio del encuentro para nada hacía presagiar eso. Ya a los cinco minuto Rodas rozó el 1-0. Le faltaron unos centímetros. Así parecía que iba a ir el guion, pero al cuarto de hora llegó el primer mazazo. Ander Vitoria, dentro del área, metió la puntera del pie y batió así a Leandro.
Parecía que se iba a reponer pronto el cuadro de Aira vista su actitud, aunque los incidentes se acumularon. Aitor se tuvo que retirar por lesión y la pelota no quiso entrar en la meta rival a pesar de llevar el dominio y disfrutar de las mejores ocasiones.
Dioni y Kawaya enarbolaron la bandera de la insistencia en la reanudación, pero ni la puntería ni Miño, meta visitante, estaban por la labor de echar un cable.
Hata que llegó el minuto 86, en el que Iñaki culminó una gran contra riojana con un perfecto tiro a la escuadra. Pese al varapalo, hubo opción al menos para el tanto del honor, pero Miño volvió a estar felino ante Héctor Rodas.