No es exagerado decir que al PSG se le está escapando la Liga en su campo. Nueva derrota en el Parque de los Príncipes, esta ante el nuevo líder de la Ligue 1.
La Ligue 1, al rojo vivo. El Lille la ha puesto patas arriba con la toma del Parque de los Príncipes. Hizo su partido el conjunto visitante y anuló a su siempre temible rival.
El balón fue del PSG. Suyas fueron las ocasiones de peligro, y se jugó en torno al área de Maignan, pero el Lille tuvo dos ocasiones de gol y marcó una. Y no concedió ninguna.
El planteamiento del Lille fue claro: aguantar las esperadas embestidas de su rival y contragolpear, confiando en la mayor velocidad de sus delanteros.
Y así fue. Aguantó el equipo visitante mientras el PSG tocaba el balón y sudaba al tener que correr hacia su portería con cada pérdida, aunque los primeros minutos estuvieron bastante faltos de ocasiones de verdadero peligro.
Lo que no faltó fue tensión, y de hecho tensión mal entendida. Las entradas fueron expeditivas, constantemente al borde del reglamento. Por ejemplo, las dos que vio en la misma acción el PSG: Paredes por su patada a André, y Gueye por la suya a Jonathan David.
Una entrada que dejó al delantero canadiense lesionado, pero que no le impidió ser el autor del único tanto de la contienda, el cual llegó a los 20 minutos de partido. Efectivamente, un gol que llegó a la contra.
El tanto no cambió en exceso la fisionomía del encuentro, pues el Lille no se echó atrás, ni el PSG se volvió loco en busca del empate. Todo siguió igual, aunque parecía que podía estar más cerca el 0-2 que el 1-1.
Keylor tuvo más trabajo del deseado, del esperado, si nos atenemos a la posesión del balón, pero el Lille no supo, o pudo, convertir más contras en ocasiones de verdadero peligro.
Así se fue el partido al descanso, y tras el intermedio hubo más de lo mismo, pero con los nervios cada vez más a flor de piel. Porque había más que tres puntos en juego en París.
PSG y Lille llegaban empatados a este encuentro, y con tan poca Ligue 1 por jugarse, el que ganase hoy daría un gran golpe al campeonato. Y eso se notó sobre todo en la segunda mitad.
Ahí se vio quién estaba de verdad nervioso: Neymar. El brasileño empezó a perder el temple y se ganó una primera amarilla absurda, por soltar un manotazo a un rival, y vería la segunda en otro rifirrafe, casi en el añadido.
Porque los minutos pasaban sin que Maignan tuviera verdadero trabajo, porque el Lille hizo un partido soberbio a la hora de defender.
Ni siquiera los cambios permitieron a Pochettino darle la vuelta al marcador. La ausencia de Verratti parece ser una losa demasiado pesada que el preparador argentino no ha sido capaz de levantar con otra pareja de centrocampistas.
Aguantó el tipo el Lille, y Yilmaz estuvo a punto de sentenciar, por dos veces (aunque la segunda estaba en fuera de juego) el partido, pero se topó de nuevo con un Keylor que tampoco tuvo mucho trabajo, pero sí estuvo exigido en puntuales ocasiones.
Se coloca el Lille como nuevo líder de la Ligue 1, y el PSG podría acabar la jornada fuera de los puestos directos a la Champions. El Lille suma 66, 63 el PSG y 62 el Mónaco... Y con 60 está el Olympique de Lyon, con su partido de esta jornada pendiente de jugar. Más interesante, imposible.