Después de encontrar un cuerpo en el fondo del mar del Canal de la Mancha, las fuerzas de seguridad británicas dieron a conocer que pertenecía al de Emiliano Sala.
El mundo del fútbol se llevó un golpe muy duro y miles de aficionados le dieron el último adiós. En cuanto al piloto que conducía el avión, todavía no se sabe nada de su paradero.
La esposa de David Ibbotson pidió en la televisión británica que continuase la búsqueda para encontrar el cuerpo de su marido: "Sabemos que está muerto. Lo sabemos, pero sólo lo queremos en casa. Ha sido un marido brillante, nos ha apoyado a todos. Fue nuestro partidario. Fue nuestra roca. No podemos dejarlo afuera por su cuenta. Estamos tratando de hacer todo lo que podemos. Es por eso que hemos hecho el llamamiento en busca de ayuda para guiarnos", comentó.
Además, Nora le defendió ante las teorías conspiratorias: "Ese no era su trabajo, él era ingeniero, pero su pasión era volar. Era un aviador experimentado, tenía una licencia privada y estaba autorizado a llevar pasajeros". Por otra parte, también habló de la relación con la familia de Emiliano. "Siempre hemos pensado en ellos y les envió mis más profundas condolencias", espetó.
Por otra parte, Luiza, la novia brasileña de Sala, que es jugadora de voley, concedió una entrevista a 'O Globo' y reveló lo que sintió al conocer la tragedia: "Fue mucha la angustia de no saber dónde estaba el avión, y de no saber lo que iba a suceder. Las búsquedas no deberían haber parado. Todos los días fueron angustiantes".