En las últimas semanas la situación del Lleida Esportiu, que compite en la Segunda RFEF, se ha ido agravando.
Primero los jugadores denunciaron impagos, y algunos incluso han rescindido su contrato tras superar los tres meses de incumplimientos, luego empezaron los problemas en el campo sin seguridad en los accesos en días de partido, y un descontrol que provocó la decisión de jugar uno de sus últimos encuentros a puerta cerrada, y lo penúltimo fue las diferentes versiones club-plantilla sobre los casos COVID-19 que le impedía jugar. Ahora el estadio vuelve a ser otra vez noticia.
El Alcalde de Lleida, Miquel Pueyo, anunció este miércoles la decisión del Consistorio de echar, tras romper el contrato, al Lleida Esportiu del Campo d´Esports. La comisión de Gestión, Cultura, Deportes y Juventud del Ayuntamiento de Lleida ha acordado por unanimidad esta decisión tras los continuos incumplimientos de contrato por parte de la entidad, se ha expresado por parte del gobierno local. Y el alcalde le ha dado el plazo de un mes como máximo a la entidad para marcharse del recinto.
Esto quiere decir que el Lleida Esportiu se queda sin instalación deportiva donde jugar sus partidos en Segunda RFEF, y debe encontrar un campo que sea homologado por la RFEF para disputar sus próximos partidos ligueros para competir. La situación del Lleida Esportiu se vuelve más complicada aún.