El 'Loco', a sus 31 años, ha vestido nueve camisetas distintas y ha dejado sus goles en tres de los cuatros países en los que probó suerte. Sólo en Italia se le resistió el grito, aunque apenas tuvo oportunidades.
Y no era de extrañar. Chávez, que salió de la cantera de San Lorenzo, regresó a Boedo tras jugar en Godoy Cruz y Atlético Tucumán. Allí dejó 12 dianas en 35 choques, lo que le hizo volver a San Lorenzo y dar el salto posterior a Europa. Nada más y nada menos que al Nápoles.
Allí, la competencia en la delantera fue más que numerosa, pero sobre todo de calidad. Edinson Cavani y Ezequiel Lavezzi cerraban las puertas al más pintado, pero no eran los únicos: Eduardo Vargas, Goran Pandev, Cristiano Lucarelli... La lista era larga y de un alto nivel.
Así, Chávez apenas disputó dos partidos y regresó inédito a Argentina. Pasó de la Serie A, una de las mejores ligas del mundo, a la Primera B, donde volvió a golear con Almirante Brown. Sus buenos registros le volvieron a llevar a Europa, esta vez al PAS Giannina griego, equipo en el que militó tres temporadas.
Ahora, en Aldosivi vive una segunda juventud. Tras su paso por Brown Adrogue y Guaraní, el '11' es el máximo realizador de Aldosivi con siete goles en 20 encuentros ligueros y quiere dejar sus goles también en la Copa. Su equipo se mide a Gimnasia Mendoza, rival que intentará seguir poniendo la etiqueta de sorpresa a la presente Copa Argentina.