Lo justo hubiera sido un empate. Incluso la victoria del Badajoz, pues fue el equipo que dispuso de las ocasiones más claras. Pero el fútbol no entiende de justicia.
Badajoz y Logroñés demostraron que llegaban a este 'play off' con los deberes hechos. Que conocían a su rival a la perfección, pese a no haberse enfrentado en toda la temporada.
Los dos plantearon un partido con el que se anularon mutuamente, lo que dio como resultado un encuentro táctico, rocoso, sin fisuras. Nadie quería cometer errores, y en consecuencia apenas hubo ocasiones de gol.
Hubo que esperar hasta el minuto 21 para ver un primer acercamiento peligroso. Rubén Martínez tuvo el honor de ser el autor del primer disparo a puerta del partido, pero se topó con un Kike Royo que paró casi todo en este partido.
Pasado el ecuador del primer tiempo, el Logroñés dispuso de sus mejores minutos, pero no logró aprovechar los instantes de debilidad y duda que sufrió el Badajoz. De hecho, el cuadro pacense se rehizo y acabó metiendo en problemas a su rival en los últimos instantes del primer tiempo.
El segundo empezó como terminó el primero, con el Badajoz dominando. Sufría el Logroñés, e incluso estrelló un balón en el larguero, cuando Morgado peinó una falta botada desde la izquierda.
Pero como el Badajoz en el primer tiempo, el Logroñés se salvó en el segundo, y con los cambios su entrenador, Sergio Rodríguez, le dio la vuelta al partido. Fue precisamente uno de los suplentes quien decidió el partido.
El peligro en ambas áreas llegó sobre todo a balón parado y en esta ocasión no fue menos. Fue un saque de banda que el Logroñés convirtió en un centro al área. En el segundo palo esperaba uno de los suplentes, Ñoño.
Un compañero peinó el balón y el jugador del Logroñés aseguró el gol rematándolo prácticamente bajo palos, un tanto muy discutido por los jugadores y aficionados del equipo local, pues reclamaban fuera de juego.
El Logroñés procedió entonces a dormir el partido en vez de sentenciarlo, y propició que en la recta final del encuentro el Badajoz se viniera arriba y encerrase al cuadro riojano en su área.
Pero se estrelló con un muro. El Logroñés afrontará la vuelta con la ventaja de haber ganado en el campo del rival. Todo se decidirá en Las Gaunas el próximo domingo 2 de junio, cuando terminará el sueño del ascenso para uno de estos dos equipos.