Mbappé. Neymar. Pogba. Esos nombres seguirán polarizando el mercado de fichajes. Por muy mermada, peculiar o devaluada que se presente la próxima ventana de transferencias, los más codiciados serán ellos. En clave española, ningún jugador está generando tanto ruido como Fabián Ruiz.
Por insistencia, por variedad y, sobre todo, por la pujanza de los clubes que pretenden al sevillano. Cada vez se antoja más complicado que el Nápoles sea capaz de retenerlo por los proyectos económicos y deportivos que le pondrán en bandeja Real Madrid, Manchester City o Barcelona, entre otros.
De todos ellos, en los últimos tiempos el club blanco parece haber cobrado la mayor ventaja. Hasta su representante admitió la propuesta del Real Madrid, que ve en él un tipo capaz de liderar un centro del campo y de futuro. Porque, a sus 24 años recién cumplido, ya es una realidad del fútbol y aún le queda bastante por delante.
Luego está el factor de los entrenadores. En el Barcelona, Quique Setién, el que lo puso en el escaparate con el Betis, le dio confianza e hizo que el contador de su cotización creciera sin límite. El equipo azulgrana y Messi ya son reclamos suficientes, pero tener al cántabro como jefe de filas sería una garantía para él.
También los métodos de Pep Guardiola seducen bastante a Fabián, admirador de cómo hace jugar a sus equipos y mejorar a sus jugadores.
Sin embargo, la sanción al Manchester City sin competir en Europa, aún pendiente de recurso ante el TAS, es un punto muy negro en esa dirección. Otra cosa sería decidir en el caso de que le levantaran el castigo.
En cualquier caso, todo apunta a que el ex del Betis volverá a la Liga Española, bien de blanco, bien de azulgrana. Pero es que su periplo en el Nápoles, aunque solo lleve dos años, parece tocar a su fin por el caos institucional y porque en San Paolo no puede competir por objetivos tan ambiciosos como le plantean otros grandes.