Tras unas pocas semanas en la que Zinedine Zidane pudo contar con todos, las lesiones han vuelto a cebarse con el Real Madrid. Aún sin Sergio Ramos ni Nacho, el técnico francés solo dispone de dos centrales para medirse al Alavés.
La pareja forzosa será la de Raphäel Varane y Éder Militao, dos jugadores que juntos le han dado lamentablemente más disgustos que alegrías al Madrid. Siete partidos disputaron ambos y los tres últimos acabaron en derrota.
El primero de esta racha fue el de Champions League contra el Manchester City. El Madrid llegaba con la necesidad de remontar... y Varane cuajó posiblemente el peor partido de su carrera. 2-1 con sendos regalos del francés.
Ya en esta temporada, el debut de Militao fue el pasado 17 de octubre... en el 0-1 contra el Cádiz en el Alfredo di Stéfano. Aunque Sergio Ramos fue titular, el capitán se tuvo que marchar lesionado al descanso y en su lugar entró el brasileño, que volvió con Varane.
Precisamente la lesión de Ramos propició que Militao tuviera que jugar contra el Shakhtar Donetsk. Repitió con el francés y el resultado es de sobras conocido: un 2-3 tras irse perdiendo 0-3 al descanso. Dentinho, Tetê y sobre todo Solomon fueron su peor pesadilla.
Zinedine Zidane dejó de contar ipso facto con el brasileño. Su nivel era paupérrimo y sus desatenciones costaban goles, pese a que se confíe en sus condiciones. Tuvo que llegar la Copa y la baja de Nacho para que volviéramos a verle con la camiseta del Real Madrid.
Ahora vuelve a ser el turno de ambos contra el Deportivo Alavés, que ya sabe lo que es ganarle al Madrid esta temporada. Zidane necesita fiabilidad para que el desastre no sea aún mayor.