Cada vez que Karim Benzema tiene que parar, el Real Madrid y todos sus aficionados tiemblan de miedo. La importancia del francés en el once de Carlo Ancelotti es tal que jugar sin el galo es casi una odisea.
El francés ha ocupado el sitio que dejó Cristiano Ronaldo cuando se marchó a la Juventus. El problema, para el conjunto blanco, es que nadie ha ocupado el sitio del galo.
Luka Jovic y Mariano Díaz son los otros dos delanteros puros que tiene Carlo Ancelotti en nómina. Sin embargo, ninguno de ellos ha dado el salto necesario para poder suplir a Benzema.
Entre los dos delanteros suplentes únicamente han sumado un gol en toda la temporada, el que le marcó Jovic a la Real Sociedad. Ninguno más en toda la campaña del Real Madrid.
Unos números insuficientes para los delanteros de un equipo que lucha por ganar todos los títulos. Y es que Ancelotti necesita más capacidad ofensiva de su banquillo.
Es por ello que, cuando Benzema pidió el cambio ante el Elche, sonaron todas las alarmas en el Santiago Bernabéu. Por fortuna para Ancelotti, todo quedó en un susto.