En Inglaterra, la prestigiosa 'BBC' avanzó este domingo que el Madrid había cancelado la marcha de Bale a China. Varios motivos impiden que el delantero galés juegue en el gigante asiático, cuyo fútbol en los últimos años ha pegado un salto espectacular.
En un primer momento se señaló la lesión de Asensio como un problema a la hora de perder a Bale teniendo en cuenta que un jugador dispuesto a redimirse como Asensio ha dicho adiós a la temporada cuando ni siquiera ha empezado la misma; también se informó de que Zidane, que evidentemente no quiere a Bale aunque le pudiera hacer falta por lesiones de compañeros, frenó su salida para utilizarle en el fichaje de Pogba.
Hay más. La legislación china hace que la operación sea prácticamente inviable. El Madrid no quiere dejarlo ir gratis y, según 'Marca', el Jiangsu Suning no tiene intención de pagar. Y la ley en China es inflexible, inabordable.
En aras de fomentar el fútbol local, desde hace dos años China obliga a colocar una serie de jugadores Sub 23 en el once y también ordena a los clubes a pagar una tasa del 100% del coste del traspaso si este supera los seis millones de euros.
Ejemplo práctico: si un club chino paga 30 millones por un jugador, tiene que destinar otros 30 en impuestos. De ahí que en mayo Sergio Ramos pidiera a Florentino Pérez salir gratis al disponer de una increíble oferta de este país. No aceptó el Madrid, lógicamente.
Tampoco seduce China a Bale, muy cómodo en Madrid pese a que nunca fue el delantero un ejemplo de integración en el idioma o las costumbres. Su familia no quiere hacer las maletas para vivir en ese país. Por eso se espera que se entrene como uno más este lunes con el resto de compañeros.