La final de la Champions de Kiev fue el detonante del divorcio definitivo entre el Real Madrid y Cristiano Ronaldo. Las cosas ya llevaban un tiempo mal, así que las palabras del astro luso, en plena celebración tras derrotar a un equipazo como el Liverpool, sonaron a despedida.
El órdago iba en serio. Aquella noche fue la última que Cristiano Ronaldo vistió la camiseta del Real Madrid. CR7 se fue al Mundial con Portugal y a su vuelta se terminó de cerrar su marcha a la Juventus.
Desde entonces, ni los blancos ni el portugués han logrado superar el trance. En lo referente a su ex equipo, el Real Madrid ha logrado ganar a duras penas dos títulos sin el de Madeira.
Todavía en 2018, el equipo se llevó un Mundial de Clubes descafeinado y ni tuvo que hacer frente en la final al River Plate, que fue eliminado de manera sorprendente por el Al-Ain en las semifinales.
El otro único título ganado por los blancos sin Cristiano Ronaldo es la Supercopa de España del presente 2020, un título para el que hizo falta que regresara Zinedine Zidane tras un año para olvidar.
Mientras, el portugués también ha visto cómo su estrella se ha ido apagando en Italia: CR7 no ha vuelto a llevarse un gran galardón.
Sin los focos del Santiago Bernabéu, da la sensación de que las rachas son menos rachas y los grandes goles, que los ha seguido marcando, importan menos.
En 2018, el Balón de Oro y el 'The Best' fueron para su compañero Luka Modric, que aprovechó el tirón de la Champions y su gran Mundial, un campeonato en el que Cristiano, como Messi, pasó desapercibido. El argentino le volvió a ganar los títulos en este 2019 y deshizo varios de los múltiples empates que aún mantiene con él.
La Bota de Oro de la pasada campaña también se la llevó Messi y Cristiano no estuvo ni cerca, como igualmente finalizó alejado en la tabla de máximos goleadores de la Champions League. El título a Mejor de la UEFA lo ganaron Modric y Van Dijk y CR7 no pudo ni consolarse con el 'Pichichi' en Italia: lo conquistó Quagliarella.
Por todos estos motivos, en Italia y España se han empeñado en soñar en estos meses con un utópico regreso al Real Madrid de la estrella. Lo cierto es que, sequía blanca al margen, es un imposible y el astro tiene ya más la cabeza en otras aventuras que en regresar al feudo en el que terminó de convertirse en leyenda.