El Mallorca no deja de creer. La salvación es más que posible y lo demostró derrotando en casa al Levante gracias a una actuación profesional. En el primer acto, golpearon. En el segundo, se defendieron de las acometidas rivales e incluso sentenciaron. Mágico Kubo, como siempre, e inoperante el conjunto de Paco López.
Salieron a morder los de Vicente Moreno desde el principio. Su arreón inicial pilló por sorpresa a sus rivales, que estaban descolocados ante tantas prisas. Poco a poco, fueron recomponiéndose, aunque la superioridad local no se esfumó. Dani Rodríguez y Kubo fabricaban las mejores ocasiones.
El primero, de hecho, protagonizó una de las polémicas del partido. Le sacaron tarjeta amarilla por simular un penalti. Si bien se dejó caer en cuanto pudo y buscó el contacto, este contacto existió. El colegiado no lo dudó y los bermellones no tardaron en olvidarlo, pues marcaron poco después.
Lo hicieron por mediación del Cucho, que remató de cabeza, con mucha autoridad, un centro lateral teledirigido de Pozo. Fue la culminación de una gran primera parte en la que el Levante solo llegó a poner en apuros serios a Reina con un disparo de Coke en el área que bloqueó Valjent.
En la segunda mitad, el Levante dio un paso adelante y el Mallorca le cedió terreno. Se centró entonces en defenderse más que en perder energías arriba y el peligro lo ponía a la contra. Los de Paco López no encontraron ni la pólvora ni la precisión ni cuando el técnico renovó a prácticamente todos sus hombres de ataque.
Su peor pesadilla fue, de nuevo, Valjent, que frustró la mejor oportunidad de empatar que tuvieron. Un disparo desde dentro del área de Morales lo desvió él con la testa, valiente, sin dejar de mirar la pelota. El muro que levantaron los isleños fue la mejor base para seguir mordiendo a la contra.
Y Kubo dio el bocado definitivo. Montó la contra con una galopada y dio el pistoletazo de salida en el área rival a una secuencia de cuatro tiros. La defensa no fue capaz de evitar ninguno y el japonés fue quien, a la cuarta, puso el 2-0. Desde entonces, bastó con estar atentos atrás de nuevo para refrendar la victoria.