En el fútbol, hay varias formas de llegar a la victoria y todas ellas, dentro de la legalidad, son válidas para alcanzar el objetivo de los tres puntos. El Mallorca no desplegó el mejor fútbol del mundo en Vallecas, y ni siquiera fue el dominador del choque. Sin embargo, dos regalos de su rival y estar en el lugar correcto, sumado a su acierto de cara al gol, hizo a los pupilos del Vasco Aguirre sumar los tres puntos.
Pese a que los primeros minutos de juego fueron de tanteo, rápidamente tomó el control el Rayo. La posesión del esférico recayó en los madrileños, pero el primer equipo en ponerse por delante en el marcador fue el bermellón.
En una mala salida de balón de los de Andoni Iraola, el mallorca armó rápidamente el contragolpe y Dani Rodríguez puso un precioso centro dese la izquierda para que Muriqi le ganase la partida a su par y cabeceara el esférico a puerta para colocar el 0-1.
Los de Aguirre se vinieron arriba con el gol, pero le duró muy poco. Desde ese momento hasta el descanso, tan solo el Rayo tuvo presencia en el terreno de juego. los visitantes recularon completamente atrás y blindaron la portería de Rajkovic ante las acometidas rayistas.
La segunda mitad comenzó con dos ocasiones que bien se pudieron convertir en el segundo para el Mallorca. Pero un inspirado Dimitrievski evitó males mayores.
El Rayo se lanzó a por el empate, pero sobrepasar el muro defensivo bermellón no fue tarea fácil. Los cambios tampoco surtieron efecto, pues el resultado seguía siendo el mismo.
Pero tampoco culpemos solo a la buena defensa mallorquinista, sino que la falta de acierto de los de Iraola también se pudo apreciar. Fue entonces cuando, en el minuto 65, Balliu 'metió la pata' hasta el fondo y regaló un balón a Kang-In Lee tras un mal despeje de cabeza, que se quedó completamente solo ante Dimitrievski. El coreano la reventó y colocó el 0-2 en el luminoso. Otro palo para los de Iraola, que no lo vieron ni venir.
La recta final fue un auténtico monólogo ofensivo del Rayo Vallecano. No obstante, el Mallorca continuó como a lo largo de todo el partido. ejerciendo un excepcional labor defensiva. No hubo tiempo para más y el Mallorca consiguió los primeros tres puntos del campeonato y, sobre todo, dejó una lección para los presentes. No siempre el que domina acaba cosechando el triunfo.