Duodécimo partido seguido sin ganar de un Lugo sin rumbo. El cuadro lucense continúa acercándose peligrosamente a la zona de descenso, aunque lo más preocupante es la pobre imagen que el equipo dejó sobre el verde del Visit Mallorca Estadi.
El cuadro de Luis García se encontró con uno de los triunfos más cómodos de la temporada, ya que su rival apenas inquietó a Manolo Reina y los locales, además, se encontraron con dos regalos en forma de goles.
Cuando cayó el primero ni siquiera se había cumplido el primer minuto de juego: Joan Sastre sirvió desde el saque de banda y, después de que el balón botase dentro del área, Dani Rodríguez lo controló con el pecho para mandarlo a las mallas.
La defensa 'albivermella' pecó de falta de contundencia, y no sería la última vez. Con el 1-0 en el electrónico, el Lugo intentó recomponerse del primer golpe, pero solo al filo del descanso pudo generar algo de peligro: Chris Ramos se plantó ante Manolo Reina, pero se quedó dormido y perdió la oportunidad de disparo.
Los de Luis César Sampedro, para más inri, perdieron a Gerard Valentín, uno de los jugadores con más desequilibrio de la plantilla, que se marchó lesionado. Tras el paso por los vestuarios, el Mallorca dio un paso hacia delante y terminó aumentando su renta.
Después de una ocasión de Abdón Prats escorado a la derecha, el 2-0: centro desde la izquierda de Brian Oliván que besó el cielo de palmesano, botó dentro del área -otra vez- y que Mollejo mandó a las mallas con la puntera.
Aún quedaba media hora por delante, pero lo cierto es que el Lugo no pudo gritar ni un solo "uy". Tanto el equipo como el entrenador, al borde del abismo. El Mallorca, en cambio, aumenta su renta con el Almería, tercer clasificado.