La teoría de que en la segunda vuelta los equipos de abajo se aprietan los machos y ganan más puntos es asumida en el mundo del fútbol. Pero a veces llegan capítulos como el de Palma para recordarlo de manera muy gráfica. El Mallorca despedazó al Valencia y avisó a navengantes.
El equipo de Vicente Moreno, que parecía en un momento de deriva, se abrazó a la esperanza tras una primera parte arrebatadora en la que demostró aplomó, gran actitud y puntería. El Valencia, con demasiadas legañas en los ojos, se encontró con un 3-0 cuando abrió los ojos.
Jaume Doménech, que ha encajado muchos goles últimamente y vuelve a abrir el debate bajo palos, se llevó su primer rato a los siete minutos. Wass se despistó de Raíllo en el centro de Salva Sevilla y el modesto central bermellón anotó, tras una vida en categorías inferiores, su primer tanto en la élite.
En ese momento, quedó en segundo plano la amarilla que había visto Parejo en la falta; tanto la infracción como la sanción parecieron demasiado. Luego cobraría su peso, aunque ya entonces le suponía perderse el choque ante el Barça por acumulación de amonestaciones.
Ni mucho menos reaccionó el equipo de Celades. Es más, blindó la moral de un Mallorca que siguió mordiendo. Así robó la bola Dani Rodríguez. Luego centró y Budimir metió la rodilla. Para hacer el 2-0 y demostrar que es un delantero que tiene mucho que decir, aunque no sea un superclase.
El descanso parecía ser la mejor noticia para el Valencia, pero es que le cayó el tercero antes. Con los baleares venidos arriba, Budimir firmó su doblete tras una preciosa triangulación con Lago Junior y Salva Sevilla también de protagonistas.
Aún quedaban lamentos
Ya estaba hecho el daño. Parecía que los 'ches' solo podía optar a que no les lloviera mucho más. Pero apareció Melero López para hacer más daño e irritar. Porque la segunda amarilla que le mostró a Parejo en el 51' fue de risa; es que ni siquiera hubo falta.
El nuevo trago de cicuta apagó el duelo. Con Pozo debutando, el Mallorca quiso aprovechar uno de los pocos días felices que ha tenido este año. Y lo hizo. Budimir, que también sabe asistir, le devolvió el favor del 2-0 a Dani Rodríguez, que conectó un gran disparo desde la frontal.
4-0, pese a estar con diez, era un castigo tremendo, también un premio a las ganas de seguir soñando de los locales. Aun así, pudo poner un poco de maquillaje el Valencia. Ferran Torres definió bien tras conexión con Wass en la única desconexión del Mallorca en todo el choque.
Budimir pudo haber coronado su gran mañana con un 'hat trick', aunque le faltó un poco más de tino en los últimos instantes para haber redondeado la 'manita' matutina.