Intenso partido en Son Moix. Se vieron dos equipos con las mismas ganas de darse un baño de alegría en la Copa del Rey y el pase se quedó finalmente en las Islas Baleares. El Mallorca supo surfear sobre un aguerrido equipo 'perico' que fue poniendo las cosas más difíciles con el paso de los minutos.
Aleix Vidal y Jaume Costa fueron los primeros en probar suerte. Diego López tampoco tardó poco en poner su nombre y su sello en la cita, ya que intervino con una enorme parada con el pie a una jugada que, eso sí, ya estaba anulada por fuera de juego.
El dominio fue claro del Mallorca en la primera mitad, mientras que el Espanyol no se encontraba y vivía de fogonazos, como el de Raýl de Tomás de volea que a punto estuvo de sorprender a Leo Román.
A Kubo sí que se le encendió bien la bombilla. El joven japonés mimó el balón para colocarlo en el punto señalado por el árbitro, suspiró y con un perfecto golpeo de libre directo lo puso lejos de las manos de Diego López. Sublime disparo para abrir la lata por el palo más corto y a media altura tras sortear la defensa. Delicioso y jarro de agua fría para los de Vicente Moreno.
Sí que hubo saludo, por cierto, antes del comienzo entre los dos técnicos. En la segunda mitad, el Espanyol se fue animando y 'RDT' se acercó al empate con otro misil que pasó rozando el poste derecho de la portería del Mallorca.
Perdonó demasiado el Espanyol. Keidi Bare se quedó solo tras un resbalón de Salva Sevilla y mandó el balón a las nubes, pero poco después respondió a Amath. De no ser por Diego López, ahí hubiera subido el segundo.
Pero el Mallorca encontró el camino para poner tierra de por medio. Abdón Prats cazó un buen centro de Salva Sevilla desde el córner y le hizo aún más cuesta arriba el partido al Espanyol.
Siguieron empujando y el VAR les echó una mano. Puado controló y cruzó un esférico en una jugada que Jaime Latre quiso anular, sin embargo, el partido estuvo parado más de cinco minutos para trazar las líneas y la tecnología le quitó la razón. Era gol válido.
La temperatura subió y los cambios se sucedieron. Pedrosa acabó expulsado por doble amarilla y Wu Lei tuvo el empate en sus botas, pero entre la tensión y los nervios no consiguió la sangre fría suficiente y el control se le marchó demasiado largo. Pasó el Mallorca ante un duro Espanyol.