Al Tenerife no le sale nada. La aventura de Fran Fernández tras su gran temporada con el Alcorcón no está sucediendo como se esperaba. Frente al Mallorca, un equipo maduro que falla poco, nueva derrota al casillero. Valjent y Dani Rodríguez hicieron los goles.
A los isleños les faltó fallar menos en los momentos clave. Ya se veía venir su fragilidad defensiva en los primeros compases, cuando Sipcic y Zarfino se mostraban blanditos. Bruno Wilson aguantó el chaparrón por ellos, pero no pudo hacer nada cuando el '22' dejó libre de marca a un rival para el 1-0.
Fue el gol de Valjent. Una jugada ensayada de los bermellones, que hicieron pantalla para dejar solo a su central, salió a las mil maravillas. Y él puso la guinda con un testarazo precioso al palo largo de Ortolà, que no pudo hacer nada. El 'Tete' no funcionaba ni atrás ni arriba.
Joselu y Pomares pasaban desapercibidos por mucho que Jacobo aportara yendo de menos a más -pudo empatar, pero una volea suya se estampó en el larguero- e intentara conectar con ellos. Moore, correcto, no era suficiente tampoco.
Al Mallorca sí que le salía bien su plan. Valjent hacía de antiaéreo, Sastre estaba brillante en sus subidas y bajadas, Baba trabajaba bien entre los centrales distribuyendo balones -aunque falló algún que otro pase cuando le presionaron- y la efectividad del conjunto arriba compensaba el desacierto de un Abdón insistente.
Y, para ponerle la guinda, Manolo Reina apareció cuando tenía que aparecer -mano salvadora en boca de gol a un tiro de Bruno Wilson cuando quedaban escasos minutos de partido-. La segunda mitad, de mucho menos ritmo que la primera, estuvo marcada por un dudoso penalti de Aitor Sanz a Dani Rodríguez, que hizo el 2-0 y dio el pistoletazo de salida a un arreón tinerfeño sin éxito que solo amainó el pitido final del colegiado.