El Mancha Real ha superado la prueba de fuego que es siempre jugar en San Ignacio. El Palo plantó cara, dio guerra, pero acabó hincando la rodilla en el último suspiro. Demasiado para haber estado sin jugar desde comienzos de abril.
Golpeó primero el Mancha Real, pues a los ocho minutos ya mandaba en el marcador. José Enrique fue el encargado de romper el 0-0 inicial, pero El Palo no aflojó.
Logró empatar la contienda en el 21', por medio de Pepe Capitán, y dio un decidido paso al frente. Quería más el conjunto paleño y buscó el segundo tanto de forma decidida antes del descanso.
Pero este no llegó. El descanso, por contra, sí. Pero nada cambió. El Palo siguió buscando ese tanto que le diera el triunfo, pero las fuerzas poco a poco empezaron a fallar.
Se vio obligado a replegarse, a ser algo más conservador y menos generoso en los esfuerzos. Y entonces, en la recta final, el dolor más absoluto. Vela la tuvo en el 86', pero su tiro se fue alto.
Segundos después, en el 89', David Romero hizo el 1-2 definitivo a favor del Mancha Real, y hundió al conjunto paleño. Los tres puntos volaron de San Ignacio, pero El Palo puede darse por satisfecho. Lo dio todo sobre el campo pese a llevar medio mes sin poder competir por el dichoso coronavirus.