Fin a la incertidumbre en el Etihad Stadium. El Manchester City conquistó su octava Premier League tras una épica remontada ante el Aston Villa. Los de Pep Guardiola tuvo que luchar hasta el final como consecuencia del buen hacer de los de Jürgen Klopp, pero al fin consiguió convertirse en el nuevo rey de Inglaterra.
Lo cierto es que la hazaña no resultó nada sencilla. El Chelsea se cayó de la pelea en las primeras jornadas, lo que abocó el título a una nueva lucha entre 'reds' y 'sky blues'. Sin embargo, parecía que se trataba de una pugna desigual.
Allá por la jornadas 21 o 22, los mancunianos lograron sacarle hasta ocho puntos de ventaja al equipo de Anfield, distancia que parecía suficiente. Además, el buen nivel mostrado por los De Bruyne, Mahrez o Joao Cancelo hacía pensar que se trataría de una gesta no demasiado compleja.
Pero 38 jornadas son muchas jornadas. El City comenzó a pinchar, mientras que desde el Merseyside las victorias eran una constante. De hecho, la diferencia entre unos y otros llegó a ser de tan solo un punto durante varias fechas, incluido el final.
Un empate con el que nadie contaba
Desde Mánchester se esbozó un enorme suspiro cuando el Liverpool empató contra todo pronóstico en casa ante el Tottenham (1-1). Era la jornada 36 y cualquier tropiezo resultaba diferencial, como así acabó siendo.
Poco importó la igualada 'citizen' en el campo del West Ham (2-2), puesto que la plantilla ya dependía de sí misma y por delante tenía un choque aparentemente asequible, ante el Aston Villa como local. La consecución del título era ya un secreto a voces, aunque se complicó con los dos goles de los 'villanos'.
Se trata de la octava Premier League que conquista el Manchester City en su historia, la sexta desde que el club lo controla el grupo de los Emiratos Árabes y la cuarta de Pep Guardiola, que ya logró dicho trofeo en las temporadas 17-18, 18-19 y 20-21. Las dos ocasiones anteriores se dieron en los cursos 36-37 y 67-68, cuando todavía no existía la nomenclatura 'Premier League'.
La Champions como asignatura pendiente
Pese a la importancia del título y la felicidad por lograrlo, lo cierto es que los hinchas siguen demandando una Champions League que no llega. En esta ocasión, el equipo se ha quedado a las puertas de la gran final, tras la épica remontada del Real Madrid en el Santiago Bernabéu, con dos goles en el tiempo añadido y otro más en la prórroga.
A nadie se le escapa que la Premier League es el trofeo a la regularidad. Es decir, premia al equipo que, al fin y al cabo, se supone que ha mantenido una constancia tanto a nivel de trabajo como de resultados, más allá de posibles bajones en momentos determinados.
Sea como fuere, ahora mismo todo es felicidad en el seno de la institución. Se trata de la segunda Liga consecutiva. Esto, unido a otras noticias como el fichaje de Erling Haaland, son motivos para soñar con un futuro igual, o mejor.