A base de puntos se sale de una crisis, y el Manchester United ha olvidado el horror de las dos primeras derrotas en la Premier League con tres victorias seguidas con más corazón que buen juego para acercarse a la zona alta de la tabla. La última, en el King Power Stadium.
Con el mismo once que venció al Southampton el fin de semana pasado, Erik ten Hag encontró la fórmula para dar con un equipo sólido atrás, liderado por un buen Varane en la zaga y la velocidad de sus puntas, con un juego poco vistoso pero efectivo para ganar, que es lo importante.
Solo a través de Maddison pudo hacer daño el Leicester City a los 'red devils'. El equipo de Brendan Rodgers está en una situación complicada, colista con solo un punto en cinco jornadas en esta competitiva Premier League. Y sus sensaciones son peores todavía que la clasificación...
A trancas y barrancas, el United empezó a hacer daño a su rival. Eriksen amenazó con un derechazo que se fue cerca de la base del poste izquierdo de Ward. El 0-1 definitivo llegó a los 23 minutos, cuando Rashford cazó un balón en la frontal y asistió a Jadon Sancho, que regateó al guardameta y marcó a placer.
El descanso no sirvió para aclarar ideas en los 'foxes', que estuvieron a punto de firmar el empate en una falta botada de forma sensacional por Maddison. La colocó en la escuadra el '10' de los locales, pero De Gea se estiró al máximo para evitar ese tanto.
Lo intentó el Leicester a balón parado y con centros al área de los 'red devils', pero se mostró incapacitado para generar peligro sobre la meta del United. Erik ten Hag acertó introduciendo a Casemiro para dar fuerza al centro del campo y a Cristiano, que fijó a los defensas rivales.
Cristiano, en medio de la polémica por su posible marcha de Old Trafford, estuvo a un pelo de hacer el gol de la semana en la Premier League, con una chilena que se le escapó por nada. No le hizo falta al United ese gol. El Leicester apenas mereció empatar y los tres puntos viajan a Mánchester.