El Real Madrid de la temporada 2016-17 destacó por la profundidad de banquillo. Hasta 20 futbolistas disputaron más de 1.500 minutos, recordó 'AS'. Zidane supo dar con la tecla y tener a todos activos.
Precisamente ese es el plan de Zidane para este tramo final cargado de partidos. Es consciente de que necesita a toda la plantilla para prevenir los problemas físicos a la vez que no puede dejar perder un punto.
Quedan once jornadas para terminar la Liga, a lo que hay que añadir la eliminatoria de Champions League ante el Manchester City. Con tan pocos días para jugar, es clave la rotación de la plantilla.
Zidane recuperará a jugadores que han estado lesionados y llegarán frescos. Son los casos de Eden Hazard y Marco Asensio. Pero también necesita que el resto de secundarios dé un paso adelante.
Todos los clubes de España, Real Madrid incluído, ha visto cómo en la primera jornada tras la vuelta de la Bundesliga han caído hasta ocho jugadores por diferentes problemas físicos.
Con la lucha con el Barcelona por LaLiga, Zidane no quiere tener que depender siempre de los habituales y sí que los suplentes acepten el reto de ser importantes en el tramo final.