Spartak de Moscú y Maribor volvieron a empatar y dejaron claro que su puesto en el grupo les colocará donde les corresponde. Con el empate, los rusos pierden casi todas sus opciones de estar en octavos de final, en tanto que el Maribor será el colista del grupo.
Lo intentaron más en la primera parte los visitantes, tal vez más necesitados de dar una buena imagen después de sus últimos descalabros. El Spartak, sabedor de lo que se jugaba, reaccionó tras el descanso y embotelló a los eslovenos, disponiendo de oportunidad tras oportunidad hasta que Zé Luis obraba el milagro a menos de diez minutos para el final. Antes, Suler había vuelto a asustar con un remate al palo y casi adelanta al Maribor ante la pasividad rusa.
Sin embargo, con el tanto de Zé Luis, los moscovitas metían presión a Sevilla y Liverpool y se quedaban con todas las opciones de clasificación antes de la última jornada. Pero cometieron el error de echarse atrás. El Maribor se lo creyó y apostó todo al empate, que finalmente consiguió uno de los hombres de refresco, el delantero Mesanovic.
Fue tras una buena jugada de ataque de los eslovenos, en pleno tiempo añadido y congelando a la afición local, que ya saboreaba unos tres puntos que volvieron a volar ante los balcánicos.