No está pasando el plantel por su mejor momento. Ocupa la zona baja de la Segunda División y necesita acumular triunfos sea como sea, aunque ello signifique renunciar a un estilo diferenciado y de autor. Lo importante es puntuar y salir de abajo.
Para ello, el choque con los madrileños fue clave. Los locales esgrimieron una gran capacidad defensiva para evitar todas las intentonas de los visitantes y salir a la contra de forma directa y clara en cuanto podía. La zaga estuvo soberbia a lo largo de todo el compromiso.
Además, las estadísticas están a favor de la escuadra. Llegaron a disparar una vez más que sus contrincantes a pesar de que estos gozaron más de la posesión. A fin de cuentas, en esto del fútbol gana el que meta más goles, no el que más mueva la pelota.
Esta es una premisa clave para las futuras semanas. Con este modo de desenvolverse, se ha logrado una victoria clave, la primera después de una racha de seis enfrentamientos seguidos sin cosecharla. Se espera que Iraola sea capaz de sacar lo mejor de los suyos de nuevo en el futuro.