El Sporting de Gijón certificó un triunfo muy importante en la lucha por el ascenso. Los asturianos fueron muy superiores a Las Palmas, que no tuvo demasiadas opciones para estrenar su casillero goleador en El Molinón.
El respeto entre ambos equipos marcaría el inicio del encuentro. Nadie se hacía dueño del partido y, tanto asturianos como canarios, acudían a sus veloces jugadores de banda para intentar crear peligro.
En este sentido, Canella y Blum fueron los puñales de los dos conjuntos en ataque. Sin embargo, Las Palmas iría haciéndose con el control del choque. Maikel Mesa, Tana y Ruiz de Galarreta dominaban y organizaban el esférico a su voluntad, pero la zaga rojiblanca aguantaba seria y sólida atrás.
Pasada la media hora de juego, el conjunto asturiano lograría adelantarse en el marcador. Una jugada magnífica de Robin Lod por la izquierda acabó con Álvaro Jiménez en el punto de penalti fusilando a la meta de Raúl Fernández.
El plantel de Rubén Baraja y El Molinón se vieron impulsados por este tanto, que les daría energía y combustible para tratar de ampliar la distancia en el marcador antes de acudir al descanso, pero el resultado finalmente no se movería.
Tras la reanudación, el Sporting seguía buscando otro gol, sobre todo mediante los veloces contragolpes iniciados por Álvaro Jiménez y Djurdjevic. Manolo Jiménez movía rápidamente el banquillo para buscar una revolución que no encontraría.
Penalti muy significativo para Carmona
Cuando llegamos a la hora de partido, Carmona recibió un toque muy sutil dentro del área de Álvaro Lemos y el colegiado decretó penalti. La jugada dejó muchas dudas y el mismo extremo del Sporting se encargaría de lanzar la pena máxima.
Sin embargo, como se dice en el fútbol, Raúl Fernández hizo justicia con esa dudosa acción. El meta 'pío pío' adivinó la intención de Carmona que, lejos de ser recriminado por la grada, recibió una de las mejores ovaciones del partido, pues el mallorquín sufrió la mala noticia del fallecimiento de su padre durante esta semana.
Los cambios se agotaron y la sensación del duelo es que estaba más cerca el 2-0 que el 1-1. Diego Mariño apenas tuvo que intervenir en el segundo tiempo, mientras que su homólogo en la otra portería evitó el segundo tanto local en un mano a mano con el recién entrado Hernán Santana.
El partido finalizó y la diana de Álvaro Jiménez dio los tres puntos a un Sporting que disipó los fantasmas de las últimas jornadas en un plumazo. Por su parte, Las Palmas pierde el segundo puesto en favor del Granada y se descuelga en la lucha por el liderato a expensas de lo que haga el Málaga el próximo domingo.