Thibaut Courtois aterrizó en el Santiago Bernabéu y fue presentado como el portería que le echaría el cerrojo a la meta blanca, pero hasta el momento ha sido todo lo contrario.
El belga ha tenido que salir más de una vez a explicar los goles encajados e incluso se ha referido a la falta de contundencia de su defensa, argumentos que no tienen peso, aunque no lo suficiente porque ha habido tantos en los que pudo hacer más.
El portero volverá a escuchar el himno de la Champions con el recuerdo de los dos cómicos goles que le endosó el Brujas y con ello tendrá que lidiar en el infierno de Turquía, sobre todo para demostrar que no tiene esa ansiedad de la que se ha hablado en los últimos días.
Tanto el Real Madrid como Zidane han salido a defender al jugador, que todavía no ha conseguido espantar la sombra de un Keylor Navas que está viviendo una vida cómoda en París.
Courtois tiene mucho que demostrar y todo pasa por hacer un buen partido ante el Galatasaray, ya que si el belga está bien todo será más favorable para que el Madrid cambie la dinámica en la que se encuentra.
De momento, Zidane prometió trabajo sin ver los números. En el caso del ex rojiblanco, ha encajado 12 tantos y tiene una media de 1,3 por partido, así que en Turquía vuelve a examinarse.