La mejor noticia, sin duda, del empate ante el Mallorca para el Celta fue el regreso a una gran versión de Rafinha, que lideró al equipo gallego, especialmente, durante la primera parte.
El jugador cedido por el Barcelona estuvo participativo, con ganas y descarado, algo que demostró en el tanto que llevó su firma en el 1-0, que acompañó con una celebración eufórica.
"Punto que sabe a poco después del esfuerzo del equipo. Toca entrenar más duro que nunca para acabar el año de la mejor manera posible", señaló el mismo Rafinha en sus redes.
Si las lesiones respetan a Rafinha, el Celta tiene un 'crack' para rato este curso. Y otro aspecto positivo es que Aspas podría haber encontrado a su mejor socio ante la incomparecencia de Santi Mina, Denis Suárez o Brais Méndez.