El Barcelona afronta los momentos más difíciles desde que Bartomeu se hiciese con la presidencia en 2015. Las decepciones de las dos últimas eliminaciones en Champions, a costa de la Roma y el Liverpool, dejaron tocado a un Valverde cuestionado pero ratificado.
No es el banquillo el único frente que tiene abierto Bartomeu. También la dirección técnica, con un Pep Segura cuestionado por los últimos fichajes realizados pero también ratificado. De Jong puede salvar su puesto, pero bien es cierto que las incorporaciones del último año apenas han tenido protagonismo, más allá de Arturo Vidal y Lenglet.
De la misma forma, desde la grada se cuestiona el estilo que está imprimiendo el Barcelona en las últimas temporadas. Se ha perdido el juego de toque a costa de una mayor presencia defensiva.
También se enfrenta el actual presidente del Barcelona a una posible moción de censura. Y es que Joan Laporta, quien fuera máximo mandatario, estaría replanteándose volver a escena.
De esta forma, el Barcelona y Bartomeu se juegan mucho la próxima temporada. Todo lo que no sea acabar con la sangría en Europa podría dar con el poder del presidente aún más disminuido.