Este Mónaco no es el de antaño. El inicio del cuadro monegasco está siendo desastroso y los números dejan clara la situación tras ocho partidos: una victoria, tres empates y cuatro derrotas.
Tras la debacle en casa contra el Angers, el Saint-Étienne se convirtió en el siguiente verdugo de los de Jardim, que apenas inquietaron la portería rival durante los 90 minutos.
Khazri se encargó de matar al Mónaco tras dos apariciones estelares. En el 41', el jugador de origen tunecino entró como Pedro por su casa al área y batió a Benaglio con la derecha.
Ya en el 54', el atacante local firmó su segundo gol de la noche tras aprovecharse de la pasividad defensiva visitante. 2-0 y punto final al calvario por el momento.