El 'Tigre' volvió a demostrar que él si tiene hambre. Aunque el equipo no muestra buen juego y tampoco parece hacer por donde e intentarlo, él siempre se deja la piel por la camiseta del conjunto monegasco.
Este martes, ante el Metz, tiró de carácter para empatar el partido ante un equipo que se había adelantado seis minutos antes, en el 33', gracias a un tanto de Hein.
Radamel, el 'Tigre' y capitán, rugió y lo hizo con un gran gesto técnico. Se encontró un balón bombeado en el centro del área y, estando de espaldas a la portería, lo bajó controlándolo con el empeine para rematar a la media vuelta y llevar el empate al marcador.