El español Pablo Marí fue clave en la victoria del Monza en casa del Bologna (0-1) con un nuevo ejercicio de liderazgo en defensa que alza al conjunto propiedad de Silvio Berlusconi, que participa por primera vez en su historia en la Serie A, entre los nueve primeros.
Alarga su gran momento el recién ascendido Monza, que no ha perdido en la Serie A y solo ha caído ante la Juve en la Coppa Italia en lo que va de 2023. El técnico italiano Raffaele Palladino ha dado con la tecla para hacer de este equipo uno de los más competitivos de la zona media de la tabla.
Aunque tener jugadores de primer nivel como los italianos Andrea Petagna y Matteo Pessina, o el propio Marí, ayuda, y mucho. El defensa español se encargó este domingo de sostener, con oficio y calidad, al equipo ante el Bologna que dirige el italiano Thiago Motta, en lo que fue una lucha directa por posición.
Todo a partir del tanto del italiano Giulio Donati en la primera mitad, que puso el broche de oro a la jugada individual de un Petagna, ex delantero del Nápoles, que con un recorte y aprovechando su gran corpulencia se quitó de encima a dos rivales, pero que cuando fue a concretar se topó con el meta polaco Lukasz Skorupski bajo palos.
Lo intentó el Bologna en la segunda mitad sin éxito. Ni si quiera la vuelta del austríaco Marko Arnautovic tras seis partidos lesionado pudo derribar el muro de Marí, que apagó todos los incendios en área propia con autoridad y solvencia.
El conjunto propiedad de Berlusconi prolongó su buen momento de 2023 y ascendió a la novena plaza de la tabla al tiempo que acabó con la buena racha de cuatro partidos seguidos sin perder en liga del Bologna, que cedió su puesto y se queda décimo.