El Nápoles logró este domingo un trascendental triunfo por 2-0 en el campo de la Fiorentina y recuperó la tercera posición que le había arrebatado momentáneamente la Juventus de Turín, por lo que le bastará un triunfo la próxima semana contra el Hellas Verona, en la última jornada de la Serie A, para clasificarse para la Champions.
Un gol de Lorenzo Insigne, con susto incluido pues marcó en el rechace del portero tras un penalti fallado, y una diana en propia meta de Lorenzo Venuti dejaron al Nápoles a un solo paso de la Champions.
El conjunto napolitano, que no podía contar con el defensa senegalés Kalidou Koulibaly, desequilibró el duelo en el 57' gracias a un penalti concedido tras revisión VAR, después de que Insigne sacudiera la madera en la primera mitad con una falta directa.
Y fue el propio capitán, Insigne, el que cruzó el disparo con poca precisión, el meta Marco Terracciano consiguió repeler el disparo, pero el delantero napolitano llegó primero en el rechace y adelantó a su equipo.
Diez minutos después, en un contragolpe, Insigne ofreció al polaco Piotr Zielinski una asistencia que este remató con la pierna zurda desde el límite del área, con el balón que acabó al fondo de las mallas tras una decisiva desviación de Venuti.
El Nápoles se llevó tres puntos clave en su lucha por la Champions League y le bastará ahora ganar en casa al Verona, sin grandes objetivos en la clasificación, para meterse en la máxima competición continental.
Con el Inter de Milán ya campeón, el Atalanta es segundo con 78 puntos, por los 76 del Nápoles, tercero, y los 75 del Milan y de la Juventus. A 90 minutos del final del campeonato, el cuadro turinés estaría actualmente fuera de la Champions.
A los de Andrea Pirlo solo les vale ganar y esperar que o Milan, que tiene dos partidos por disputar, o Nápoles pinchen en sus respectivos encuentros. Una tarea muy complicada tal y como está la cosa, pero la Serie A aún puede sorprender.