La incertidumbre en el Barcelona en lo referente a la parcela deportiva es evidente. Los azulgranas siguen trabando con los problemas económicos y a pesar de la aprobación de las llamadas palancas financieras, la posibilidad de que lleguen refuerzos no está garantizada.
Uno de los que sonó para reforzar la zaga fue Koulibaly. Sin embargo, ni la operación es sencilla ni el Nápoles estaba dispuesto a dejar escapar a su futbolista. El central finaliza contrato en 2023 y contempló entre las opciones un posible cambio de aires.
Por tanto, el conjunto napolitano da por sentado que, si quiere sacar algo de dinero por su jugador, deberán acceder a darle salida. Tal y como apuntó 'Il Matino', el club italiano solo estaría dispuesto a venderlo a un club extranjero, para así no reforzar a un rival directo.
Desde Barcelona se frotan las manos con esta noticia, ya que se quitarían de encima a un competidor, con mayor músculo financiero, como es la Juventus de Turín. No obstante, la incertidumbre sobrevuela la Ciudad Condal estos días.