Tras el empate de Córdoba y Reus, dos de los rivales directos por la salvación, sacar un buen resultado era importantísimo para el Nàstic, que visitó el campo del Extremadura, que, casualmente, marca los puestos de salvación.
Era un duelo de necesidades y obligaciones, pero el propio Nàstic requería de manera más urgente una victoria, ya que hasta el momento solo sumaba dos. Saltaron con garra al terreno de juego, pero el Extremadura supo en todo momento dominar la posesión.
Los primeros compases fueron de tanteo, pero a partir del minuto 20 se sucedieron las ocasiones. Chuli, Djetei, Zarfino y Javi Márquez lo intentaron en la primera mitad, pero hubo bastante acierto por parte de los cancerberos, sobre todo por la de un notable Bernabé.
Sin goles en el marcador, llegó el descanso y en el segundo acto la tónica fue la misma que en la primera mitad. El Extremadura movió más la pelota y lo dejó patente en los datos de posesión (71% ante el 29% visitante), pero en el fútbol lo único que vale cuando concluyen los 90 minutos son los goles.
Y ahí, el Nàstic estuvo por encima gracias al único tanto del partido. Luis Suárez, que entró en el 69' y marcó en el 70' un gran gol. Remató con la derecha en el primer balón que tocaba y dio alas a los suyos, a los que tocó sufrir.
El gol fue determinante, aunque también pudo haberlo sido el disparo al larguero del que se lamentó Kike Márquez varios minutos antes. Pero la suerte estuvo de parte del Nàstic, que se encomendó a Bernabé en los últimos minutos para salvar dos intentos a la desesperada de Kike Márquez y Pardo.
Los tres puntos no sacan de la zona peligrosa al equipo catalán, que sigue siendo farolillo rojo, pero este, con sus 13 puntos, se acerca algo más a los puestos de salvación que marca el Extremadura (17).