Los de Birmingham sólo se han perdido una temporada en la máxima división inglesa desde 1975, pero parece que la 2016/17 será la próxima que los 'Villanos' pasen en una categoría que no sea la Premier (la First Division, si nos remontamos a 1992 o antes).
Un gol de Howson mediada la primera mitad, y otro de Mbokani con el tiempo casi cumplido, apuntillaron un poco más al Aston Villa, inoperante, incapaz de jugar a algo medianamente parecido al fútbol. Los dos empates consecutivos, ante un Newcastle igual o peor que ellos, y ante un West Ham que difícilmente podría tener más bajas, han resultado ser lo que se esperaba: un espejismo.
Con ocho puntos en 19 jornadas, sólo un milagro salvará al Aston Villa del descenso. Estos tres puntos saben a gloria a los 'Canarios', que ven como salen de la zona de 'peligro inminente', para asentarse en la de 'riesgo moderado'. Veinte puntos, tres sobre el descenso, que obligarán a los de Ed Balls, su flamante nuevo propietario, a esforzarse un poco más si lo que quieren es no ocupar la tercera plaza de descenso, que a buen seguro será la más disputada, por los pobres resultados de Sunderland y su rival de esta tarde.