Una de las sorpresas más agradables del comienzo de temporada del Real Madrid está siendo la explosión de los jóvenes valores del club. En Chamartín andan encantados con el rendimiento de Rodrygo y Fede Valverde y particularmente hay muchas esperanzas en el uruguayo, por el soplo de aire fresco que ha dado en el centro del campo.
Todos comparan a Valverde con Toni Kroos, pero el alemán ha demostrado en este comienzo de temporada que no hay por qué buscarle sustituto todavía. Y más bien incluso lo contrario.
Convocado con Alemania tras no participar en el parón de selecciones de octubre, Kroos se destapó con una actuación descomunal ante Bielorrusia.
El centrocampista del Real Madrid dio la asistencia del 2-0 y redondeó su gran partido poniendo la firma al tercer y al cuarto tanto de la 'Mannschaft'.
Criticado por su bajo rendimiento en la 2018-19 y renovado de manera sorprendente por el conjunto 'merengue', ha sabido sacar pecho con un comienzo de campaña que casi nadie imaginaba.
Ante el Celta, firmó un tanto en la primera jornada de Liga y también tuvo una actuación destacada contra Osasuna (2-0) y Brujas (2-2), en un partido en el que sirvió el tanto de Casemiro en el minuto 85 con el que el Real Madrid salvó un punto.
Su concurso fue capital ante el Galatasaray, salvando el 'match ball' de los blancos con el único gol del partido (0-1). Y continuó brillando contra el Leganés (hizo el 2-0) o el Galatasaray en el Bernabéu.
Como le ha pasado a Hazard, el partido con su selección ha terminado de reencontrarle con su mejor fútbol y le ha reivindicado como intocable en el centro del campo de Zidane.
Vuelve la plantilla blanca del parón de selecciones y seguirá poniendo en un apuro al técnico galo, que ya sabe que tiene dos futbolistas idénticos con quienes contar a la hora de armar la medular. Pero... ¿por qué no pueden jugar más juntos?