Zidane, tras su nuevo desembarco en el Real Madrid con victoria, tiene por delante unos días en los que su misión parece clara. Además de terminar la temporada de la mejor manera posible, Zidane tiene entre manos cómo afrontar el nuevo proyecto blanco.
Mirando a la campaña 2019-20, hay varios jugadores de la plantilla cuyos futuros no están del todo claro. La llegada de Zidane habría modificado muchas situaciones.
Son los casos de Isco, Marcelo, Asensio o Keylor Navas. El cambio en el banquillo blanco con la salida de Solari y la llegada del galo ha hecho que estos futbolistas, relegados a un segundo plano con el argentino, hayan vuelto a cobrar protagonismo.
De hecho, Zidane tiene en mente un plan para recuperar al mejor Isco y la mejor versión de Marcelo. Que jugadores como Isco o Marcelo vuelvan a estar a un gran nivel físico es esencial para Zinedine Zidane de cara a los partidos que restan y al inicio del próximo curso.
Con Asensio pasa algo parecido. Volvió al once ante el Celta en una demostración de Zidane de la importancia del balear en las filas blancas. Keylor Navas también ha visto cómo su situación ha cambiado con el galo en el banquillo. Fue el portero titular ante el Celta.
Ceballos, en cambio, fue suplente en el primero encuentro de la segunda etapa del francés. El andaluz, que protagonizó unas declaraciones que dieron bastante que hablar tras la salida de Zidane, parece que contará con una nueva oportunidad.
Por otro lado está el caso de Marcos Llorente. El centrocampista ha tenido muchos minutos y ha sido importante con Solari, pero con Zidane su papel fue mucho más reducido. Cuando se recupere de su lesión tendrá que intentar convencer al francés.
Valverde es otro cuyo futuro no está del todo claro. Zidane y el uruguayo nunca han coincidido y habrá que esperar para saber si el galo decide que es importante para el nuevo proyecto blanco.
El futuro de Gareth Bale es otra de las incógnitas del Real Madrid. Muchos hablan de que la próxima temporada no estará en las filas del conjunto blanco, pero parece que el galés ha vuelto a sonreír.