Por si fuera poco para el temor de las zagas rivales, a la dificultad de frenar a Leo Messi con el balón entre los pies se suma un nueva una amenza. Cual felino con mirada fija y penetrante, el jugador del conjunto azulgrana coloca el esférico en el piso para calcular la distancia y el golpe exacto. El gol está a un pitido del árbitro.
Los goles de Messi tras botar una falta directa comienzan a ser una constante, lo que ha situado al argentino en la órbita de Ronaldinho -al que ya adelantó a principios de año- Kubala y Koeman.
Sin ir más lejos, el pasado domingo ante el Sevilla, Messi se sacó de la chistera un extraordinario golpeo que se coló por las redes hispalenses sin ningún tipo de contemplación. Con dicho tanto, el argentino ha conseguido el sexto gol de tiro libre en lo que va de campaña.
Fue en la temporada 2008-09 cuando Leo Messi comenzó a cogerle el gusto de lanzar las faltas con una estrepitosa facilidad, facultad que le ha llevado a entrenar esa acción en cada entrenamiento.
Pues bien, 'la pulga' tiene a tiro el registro de Ronald Koeman, que, con 25 goles de falta, es uno de los mejores lanzadores de la historia del club catalán.