El Oviedo cumplió. No años, sino con su cometido. Pero no llegaron los regalos. Los de Ziganda necesitaban que uno de Las Palmas y Girona no puntuase, pero los canarios vencieron en Gijón y los catalanes empataron en Burgos.
No lo puso nada fácil el Ibiza, aunque el peor rival de los locales fueron ellos mismos. Cada vez que se adelantaban, se olvidaban de atacar y centraban más esfuerzos en otros estadios que en el suyo propio. Y eso lo pudo aprovechar un rival que incluso mereció la victoria en ciertos momentos de la segunda parte.
El guion estaba claro y así se cumplió. Dominó el Oviedo desde el inicio y celebró un gol en el 3', pero el tanto de Obeng no subió al marcador por fuera de juego. Se resistió un 1-0 que acabó cayendo 14 minutos después. Femenías y Domínguez se mancharon los guantes antes del gol de Borja Sánchez. El meta local salvó un mano a mano, mientras que el cancerbero ibicenco le hizo un paradón a Borja Bastón.
Pero no pudo hacer nada ante la maravillosa definición de Borja Sánchez en el 17'. Desde la frontal, la picó por encima ante el portero, semivencido, para adelantar a un Oviedo que se olvidó de su partido justo en ese momento y comenzó a mirar a Gijón y a Burgos.
Poco fútbol se vio en una primera parte en la que, en su recta final, se creció el Ibiza. Femenías sacó una mano salvadora tras un remate a bocajarro, aunque también apareció Domínguez para blocar un remate de Borja Sánchez poco antes del pitido final.
Las Palmas vencía a un Sporting del que pocos favores se esperaban, por lo que los ojos se centraban en El Plantío. Tanto se centró en ese partido el Oviedo que el Ibiza puso el 1-1 a los siete minutos de la reanudación. Claverías le robó la cartera a Brugman en el área y, con la zurda, marcó a placer.
Pero se repuso pronto un Oviedo que volvió a adelantarse en el 57', solo cinco minutos después del 1-1. Mossa centró desde la izquierda y la bola le llegó a Borja Bastón, solo en el segundo palo. El goleador controló el balón con el cuerpo y batió a Domínguez.
Y de nuevo, el mismo guion. Paso adelante del Ibiza ante un Oviedo con el pinganillo al máximo de volumen. Aunque Domínguez tuvo que emplearse para salvar el 3-1 de Borja Sánchez, el 2-2 llegó en el 70' gracias a Davo. El '7' llevaba poco tiempo en el campo y mandó a la escuadra un disparo desde la frontal que incluso rozó en el larguero.
La gasolina parecía habérsele terminado a un equipo que no recibía aliciente alguno desde Burgos. Aprovechó esa situación el Ibiza para, por medio de Davo, darle dos sustos seguidos a la defensa local. Femenías le sacó una mano salvadora en un uno contra uno y el '7' desperdició un tiro posterior en el área.
Pero el Oviedo sacó la raza necesaria para, al menos, cumplir su parte. Una mano en el área visitante que tuvo que ser revisada por el VAR se convirtió en penalti. Borja Bastón hizo el doblete más amargo de su carrera, ya que el 3-2 final se quedó sin el premio del 'play off'. Aunque esto no lo tenián todos tan claro, ya que algunos aficionados y muchos jugadores llegaron a celebrar después del partido por unos segundos, unas sonrisas que acabaron en lágrimas tras ser conscientes de la equivocación.